Mucho me alegré cuando supe que Austral recuperaba la traducción de Lydia Kúper y publicaba en un formato asequible, en tamaño y precio, Guerra y Paz de Tolstói. Me puse con su lectura y lo abandoné al acabar el primer libro. Me penó hacerlo. Y cuando leo lo que Thomas Mann le dice a Hermann Hesse en las misivas y notas recogidas en la Correspondencia entre ambos Nobel de Literatura, recién publicada por Stirner, a cuenta de esta lectura, no veo la hora de retomarlo.
Thomas Mann le había pedido a Hermann Hesse Guerra y paz de Tolstói, una de sus obras favoritas del escritor ruso. Acerca de esta lectura, el 8 de abril de 1933 T. M. anota en el diario: «Magnífico relato de la batalla de Austerlitz». Y el 1 de junio: «Terminada Guerra y paz, mi consuelo y sostén durante estas semanas. En realidad, aquello que me alienta de esta grandiosa obra, no es sólo la maestría y la grandeza de ésta, sino las debilidades, los pasajes inadmisibles y los agotamientos que produce».