La asamblea de las mujeres, obra de Aristófanes, data del 392 a.C. Me sorprende que dos mil años atrás, las protagonistas de esta pieza teatral fuesen mujeres, quienes vestidas con los atuendos de sus maridos van a una sesión de la Asamblea, con el objetivo de hacerse con el poder, el cual acaban consiguiendo, alentadas en su empeño por Praxágora, hartas todas ellas de comprobar cómo los hombres cometen siempre los mismos errores y Atenas está en caída libre.
Las mujeres se salen con la suya y entre sus reformas está el «hacer un todo común«, donde todos los bienes irán a parar la Comunidad, la cual se encargará luego de proveer lo que precise cada cual. Algo que como no puede ser de otro modo generará reticencias, entre los más pudientes, celosos de sus patrimonios, de sus bienes y fortunas.
Llevado al exceso, no solo los bienes materiales son comunitarios. Las mujeres deciden (no olvidemos que el autor de esta pieza teatral es un hombre) que también ellas serán de uso comunitario. Para bien y para mal, porque los hombres tendrán que acostarse primero con las mujeres más mayores, si luego quieren hacerlo con las más jóvenes y turgentes. Lo cual genera escenas desternillantes como el joven asediado por tres maduras que tratan de hacérselo con él, mientras él no sabe como poner pies en polvorosa.
La historia resulta tan disparatada como divertida y las reflexiones vertidas en la obra no han perdido vigencia alguna después de más de 2.000 años.
Por estas razones digo yo que esta obra a día de hoy se sigue leyendo y representando.
http://auditorioelbatel.es/programacion/espectaculos/los-veranos-de-el-batel-presenta-la-asamblea-de-las-mujeres.html
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