Una excursión muy interesante para los que vivimos en Logroño consiste en llegarse hasta el León Dormido, monte que se divisa desde Logroño perfectamente. Separan veinte kilómetros El León Dormido de la capital riojana y para llegar hasta la montaña, la caprichosa topografía fronteriza nos hará atravesar Oyón, perteneciente a Álava y más tarde Meano y La Población, pueblos navarros. La ascensión al León Dormido la emprendimos desde La Población. Ascensión que no da tregua hasta que llegas a la cima. Y que deja en la retina preciosos paisajes. El regreso lo hicimos por otro camino distinto, por una senda que se abre detrás de una roca a unos 150 metros descendiendo la cima. Descenso espectacular entre árboles. En un momento determinado hay una cadena en la roca a la que agarrarse para no caer al vacío.
Ruta circular de apenas cinco kilómetros y 400 metros de desnivel.
Y ya en ruta una magnífica decisión consiste en acercarse hasta las piscinas fluviales de Fresnedo, a veinte minutos de La Población. Área recreativa bien surtida de mesas de piedra, zonas de sombra, asadores (a pleno rendimiento), aparcamiento (bien poblado de autocaravanas, furgonetas y camper) canasta de baloncesto y piscina fluvial con la que mantener los calores a raya y la prole entretenida.
La última vez que fui estaba despierto, conque fíjate. Fuera de bromas en su momento (no sé si seguirá pasando) cruzar de una ladera a otra era cambiar de clima porque la montaña hacía de presa natural del viento frío y húmedo que viene del norte.
¡Abrazos!
Buenas Palimp, creo que es como dices pero ayer el sol atizaba a ambos lados, y el calor era parejo en ambos flancos. Una excursión muy grata con inmejorables vistas y un paseo bajo una cúpula vegetal de lo más agradable.
Es que yo soy tan tonto que voy a los sitios cuando hace el peor tiempo. Para que te hagas una idea intentamos subir el San Lorenzo en invierno y nos tuvimos que tirar para atrás porque era imposible. Estaba todo congelado, costaba avanzar, y el viento nos lanzaba al suelo. Lo que en verano es un paseíto. Y digo que soy tonto porque no lo hicimos a propósito, sólo que no se nos ocurrió mirar como iba a estar el tiempo.
Un abrazo muy fuerte