Partiendo de Reinosa y tomando la carretera que dirige hacia la estación de esquí de Alto Campoo, superado Entrambasaguas, podemos dejar el coche en el margen izquierdo de la carretera, después de un trayecto de 20 minutos.
A la altura de lo que se conoce como El Henar. Allí surge una pista forestal que después de aproximadamente unos cincuenta minutos de agradable caminata nos deja en las Cascada de Cirezos. Siguiendo la pista, en un momento determinado veremos una bifurcación, hemos de tomar entonces el camino que va hacia la derecha (desechando el camino que por la izquierda desciende), no obstante, está indicado con unas señalizaciones en madera. En nuestro caminar veremos vacas, caballos y perros. A nuestros oídos llegará la melodía de los campanos, el arrullar voluptuoso del río que oiremos a nuestra izquierda, al fondo y que poco a poco irá a nuestro encuentro a medida que vayamos ascendiendo. Una vez llegamos a un pequeño puente sabremos que hemos llegado a la Cascada de Cirezos. El agua estaba que cortaba pero eso no impidió un baño tan refrescante como breve. Y calentarse luego, como un lagarto al sol, sobre una gran piedra.
Después del baño seguimos la carretera hasta la estación de Alto Campoo, buscando el punto más alto al que era posible acceder en coche. Allí está la inscripción del Pico Tres Mares (en cuyo pico y de sus tres vertientes nacen tres ríos los cuales irán a desembocar uno al Cantábrico otro al Atlántico y otro al Mediterráneo) y más arriba la cruz. La gasa de niebla frente a los ojos nos hurtó la visión de los Picos de Europa.