El año pasado tomé estas fotos en Reinosa y en el Pantano del Ebro, cerca del Balneario de Corconte. Se ve que cargó bien. No como antes, pero aún con todo, se puede disfrutar de pisar la nieve, hacer un santo, y hundir la mitad de tu cuerpo en la esponjosa nieve, contemplando el blanco paisaje de algodón que como una tupida alfombra engalana los campos.