2013
Editorial Sexto Piso
174 páginas
De entrada, decir que es una estupenda novela la que ha escrito la inglesa Nell Leyshon.
Del color de la leche, es una novela corta, de prosa limpia y sencilla. La narradora es una joven de apenas 15 años, que vive en el año 1831 de nuestro señor, en una granja, con sus padres, rodeada de animales y estiércol, sufriendo las inclemencias del tiempo, también la intemperie sentimental (un padre que la zurra), unas hermanas que más que quererla la soportan, una madre pasiva y agotada que no sabe lo que es una carantoña filial, viéndose arrastrar una pierna que la convierte en un carga.
A pesar de todo, la joven, Mary, es una adelantada para su tiempo, una rebelde, que no se corta un pelo en decir lo que piensa. Cuando un vicario que vive próximo a la familia de Mary reclame a la joven para ocuparla en su casa, al cuidado de su mujer, enferma, Mary deberá poner a prueba todo eso que bulle en su interior. Doblegarse o no. Esa es la cuestión.
Y me alegro de que el final del libro sea como es, porque sino este libro sería Del color de la leche con tres cucharadas soperas de azúcar. Y lo que no hay en el libro es azúcar, edulcorante alguno, solo una historia austera, narrada con eficacia, que te envuelve, sin caer en sentimentalismos de todo a cien, que va creando un mundo con pinceladas sutiles, porque todo resulta tan sencillo como nacer, sufrir y morir.
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