Mi abuela no es culé, ni nada parecido, más bien no soporta la altanería y prepotencia de muchos aficionados culés, recuerdo de los años que vivió en la ciudad condal. El otro día al ir a visitarla, me la encontré de esta guisa. El Barcelona acababa de ganar su tercera Liga de Campeones y de un modo involuntario, su cabeza presentaba este aspecto. Una perfecta bandera azulgrana. Será el destino.
La abuela culé
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