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La isla

La isla (Giani Stuparich)

Giani Stuparich
Minúscula
2008
124 páginas

Tenía ganas de leer más cosas de Giani Stuparich (1891-1961), dado que su novela Un año de escuela en Trieste me gustó mucho.

La isla es una novela breve, intensa y maravillosa.

Un padre en las últimas quiere que su hijo le acompañe unos días a la Isla en la que nació y vivió buena parte de su vida.

El hijo accede, deja las frescas montañas del interior y arrostra en la isla la luz blanquecina, el calor bochornoso, los mosquitos hambrientos, la compañía de pecios humanos en el inmueble donde se alojan y sufre al ver a su padre pasarlas canutas ante el simple acto de comer.

Stuparich tensa el relato -con una prosa descriptiva, registrando a la perfección no sólo el paisaje isleño, sino también muy agudo en el análisis introspectivo de las emociones y sentimientos del padre y del hijo- buscando los opuestos: la montaña fresca y la isla cálida, la decrepitud paterna y la lozanía del hijo, la alegría diurna y el pesar nocturno, la esperanza de una recuperación milagrosa y la constatación brutal del presente fúnebre, la vida contra una muerte que como si jugara ella también al escondite inglés se fuera acercando paso a paso hasta ganar el juego.

El hijo tratará de hablar con su padre, como si en las palabras hubiera algo parecido al consuelo, cuando al final la calma viene simplemente por la compañía, por la presencia del ser querido.

Dejar la isla y ver desde el barco como ésta mengua y se desvanece es una metáfora espléndida de lo que supone la pérdida de un ser querido.

Tzvetan Todorov

El espíritu de la Ilustración (Tzvetan Todorov)

Tzvetan Todorov
Galaxia Gutenberg
Traductora: Noemí Sobregués
2008
180 páginas

En 2006 se organizó en la Biblioteca Nacional de Francia la exposición “Ilustración. Una herencia para el mañana”, y a tal fin Todorov, encargado de la misma, escribió este ensayo, abordando el espíritu de la ilustración desde distintas perspectivas tales como: Autonomía, Laicismo, Verdad, Humanidad, Universalidad.

Uno tiene la sensación de que ante semejante plantel;Montaigne, Diderot, Montesquieu, Rousseau, Kant o Voltaire, Todorov, lejos de aportar algo nuevo, más bien se detiene a reflexionar acerca del pensamiento de estos ilustrados, tratando de conciliarlo con el tiempo presente.

En su día Kant afirmaba en ¿Qué es la Ilustración? que no vivía en una época ilustrada “pero sí en una época en vías de ilustrarse.” Hoy, como siempre, nos dice Todorov es necesario retomar esa labor, sabiendo que es interminable.

El libro resulta entretenido gracias un estilo conciso, ameno, nada farragoso, trufado de anécdotas como esta con la que el autor defiende el proyecto europeo.

Cómo consigue Colón realizar su viaje inaugural: rechazado por un primer príncipe, el de Portugal, este genovés va a ver a un segundo (el rey de Inglaterra), luego a un tercero (Francia) y a un cuarto (España), antes de encontrar en la reina Isabel de Castilla a la mecenas de sus expediciones. Si Europa hubiera sido un imperio unificado, el rechazo del primer príncipe habría significado el final de sus proyectos.”

En el resto del libro se habla acerca de cómo la sociedades abordan su laicismo, despojados del yugo de la religión (lo cual no es igual en todos los países, pues por ejemplo en España se comprueba como a pesar de ser el nuestro un estado aconfesional como reza nuestra Constitución Española, la presencia religiosa sigue siendo importante. Basta ver qué hacen los ¿clubs de fútbol? cuando ganan un título: ir a visitar iglesias y agradecerle el título a la Virgen que corresponda. Esa es una)

Una de las cuestiones más interesantes es cuando Todorov habla de hasta que punto los parlamentos nacionales, los políticos, deben a través de su voto, darle un estatuto legal a los hechos históricos. De tal manera que por ejemplo el Gobierno Francés por Ley determina que los Turcos cometieron un genocidio contra los armenios, y a su vez, también por Ley establecen que su proceso colonizador en África y la cuestión argelina, fue positivo, y beneficioso en todo caso, para las dos partes. La ley, que los políticos aprueban obvian las matanzas, la violencia ciega, los baños de sangre asociados al proceso colonizador. De tal manera que si un francés decide cuestionar ese proceso colonizador, ha de tener en cuenta a lo qué atenerse, que caiga sobre él todo el peso de la Ley. Como le pasó en su día a Galileo.

Decía Condorcet que el poder público no tiene derecho a decidir dónde reside la verdad y que ésta no debe ser producto de un voto decía Hume.

A fin de cuentas creo que dejar la historia en manos de nuestros políticos, es como obligarnos a renunciar a nuestro pasado.

En la novela Trieste, un personaje real, Niklas Frank, contaba como tras la Segunda guerra mundial y la derrota de Alemania, estuvo mucho tiempo haciendo autostop por Alemania y al poco de ser recogido por camioneros o automovilistas comenzaba a echar pestes contra los judíos. Sólo una vez lo hicieron bajar del auto, pues el conductor no daba crédito a las burradas que oía. En ese caso una ley que penalice negar el holocausto judío, sería papel mojado si luego en la esfera privada uno no hace nada por detener esos atropellos como los perpetrados por el autoestopista.

Otro punto interesante es el referido al papel de la crítica. Todorov afirma que el discurso crítico sin contrapartida positiva cae en el vacío. Es decir, de nada sirve criticar si no se propone al mismo tiempo algo, pues de no hacerse así el pensamiento es fruto estéril y de lo que se trata, de lo que precisamente propugna el espíritu ilustrado es atreverse a pensar y a transformar, a desafiar las modas del pensamiento, las fresas hechas y las ideas preconcebidas, algo parecido a la actitud del fallecido hoy Umberto Eco, desencantado con los medios de comunicación, evidenciado en su libro Número cero, medios a los que Todorov también dedica un espacio, para decirnos que si nuestras opiniones se forjan empleando como materia prima la información que nos brindan los medios, siendo ésta parcial y sectaria, el fruto de la misma, solo puede ser un juicio el nuestro, parcial y sectario. Hete ahí que nuestra libertad de pensamiento, ya mediatizado, deja de ser tal.

Árbol de humo (Denis Johnson)

Árbol de humo (Denis Johnson)

Denis Johnson
Mondadori
598 páginas
2008
Traducción: Javier Calvo

Después de haber leído y disfrutado con Sueños de trenes de Denis Johnson (un tipo que sin llegar al rigor de Pynchon gusta de permanecer oculto, a fin de que sean sus textos literarios los que hablen por él. Lo cual por otro lado es lo lógico si uno se gana la vida escribiendo y no a acudiendo a fiestas, televisiones, promociones, ágapes y demás variantes publicitarias), me pareció una buena opción dedicar mi tiempo, casi un mes, a leer este libro por el que Denis Johnson recibió el National Book Award en 2007.

De Árbol de humo sólo sabía que guardaba relación con la Guerra de Vietnam. En la portada aparecen dos niños de edades parejas, cargando uno al otro, uno con casco, el otro no. Podía haber optado Denis por poner a algún soldado americano, alguna bandera de barras y estrellas en la portada. No. Los tiros no van por ahí.

Árbol de humo es un libro sobre la guerra pero sin guerra o sin guerra explícita, o con una guerra que está en sordina, como un eco, o un murmullo lejano, pero que al mismo tiempo es una guerra que hace mella en la mente de los soldados americanos, volviendo a estos enfermos, violentos, vengativos, primarios, salvajes, devolviéndolos a la oscuridad, porque lo que viven y sufren no es una guerra, sino más bien una enfermedad, una epidemia

Durante 600 páginas no hay nada bélico, más allá de que a un sargento americano una bengala enemiga lo haga trizas.
La guerra para los soldados americanos es ir de putas, visitar cuanto prostíbulo se cruce en su camino, liarse a mamporros en un bar con unas cuantas copas de más.

En ese lodazal, en ese campo de exterminio moral, se encuentran a sí mismos, para luego perderse de nuevo en sus bajezas. En un territorio sin fronteras morales donde todo, o casi todo, les está permitido, dueños de un magma de libertad y desenfreno, donde experimentar experiencias impensables en sus ciudades de origen, e ir dando tumbos, entre perplejos y furibundos, sabiéndose en el punto de mira de algún vietnamita cabreado, sin otro objetivo que barrerlos del mapa.
Situaciones tan extremas son las que viven, que reforzarán los lazos entre todos ellos, creándose hermandades y una sensación al volver a casa de vacío, de hastío, donde todo es tan cómodo y placentero como fútil, ñoño y vacuo, así que no debe extrañarnos que cuando uno de estos jóvenes soldados llame a su casa, después de un mes sin que su madre tenga noticias suyas y le pregunte que sufrió mucho al no saber si durante todo este tiempo estaba vivo o no, el hijo no sepa muy bien que responderle, pues no tiene claro si está vivo o no.

La narración se articula sobre historias personales como la del Coronel, un trasunto de Kurtz, que libra las guerras a su manera, a su bola, un soldado que aspira a ser erudito y dilapida su tiempo leyendo a Cioran y Arendt, confraternizando con los nativos. A su lado, su sobrino, Skip, un hombre de letras con aspiraciones bélicas, que se adapta al papel de espía, corriendo toda suerte de aventuras hasta su aciago final. Respecto a los soldados tenemos a Bill y a James, que muestran lo tocados que vuelven del frente, incapaces luego de llevar una vida normal, una vez que el virus del mal haya entrado a formar parte de ellos, en esas tierras lejanas.

Me gusta el libro de Denis porque rehúye cualquier tópico relativo a la guerra de Vietnam. Ya saben, todo aquello que poblaba las pésimas películas de Chuck Norris y Rambo.

No busca (o yo no lo encuentro) Denis lo efectista, ni lo sensiblero, ni recurre a lo fácil, que sería plagar el texto de explosiones, cuerpos mutilados, violaciones en masa, americanos sádicos y vietnamitas enojados. No. Algo de eso hay, pero como una segunda capa, más bien un escozor, una molestia, un sarpullido, que una herida sangrante.

La premisa es que toda guerra es una tragedia, donde todos pierden. Los que ganan también. Y esa reflexión es la de Denis (presentar un estado de guerra que provoca la enfermedad del alma en todos los que la sufren), engalanada con memorables diálogos, chispeantes, ocurrentes, hilarantes incluso y unas descripciones de los lugares por los que se mueven los personajes con las que uno entra a saco, con todos los sentidos.

Si de muchas novelas uno tiene la sensación de que han sido escritas a vuela pluma, en otras, uno siente que hay un trabajo detrás, cierta decantación en el texto, cierto equilibrio, cierta armonía. Todo esto es lo que convierte Árbol del humo en un texto deslumbrante, complejo, árido a ratos, pero muy gratificante. Un libro que me convendrá tener siempre a mano, porque creo que una lectura no es suficiente, para sacarle todo el jugo.

Esta reseña es pues poco más que una aproximación, un texto periférico, donde levantar acta en todo caso de una lectura que deja huella.

Os dejo algunos párrafos que me han gustado.

Eso es lo que te da la guerra. Una familia más intensa que la de la sangre. Luego uno vuelve a la paz, ¿y qué le queda? Enemigos que te apuñalan por la espalda en la oficina de al lado.

-¿No quieres visitar tu casa?
-Esta guerra es mi casa.
-Bien. Si vas a casa terminas jugando al solitario hasta que todo el mundo se harta. Baraja tras baraja. Sentado junto a la ventana.
-El noventa y nueve por ciento de la mierda que me pasa por la cabeza a diario va contra la ley – dijo uno ellos-. Pero aquí no. Aquí la mierda que me pasa por la cabeza es la ley y nada más que la ley.
-Tienen teorías de guerra, tío. Teorías. No lo podemos tolerar. Es intolerable. Tenemos una misión. No es una guerra. Una misión.
-Moverse y matar ¿verdad?
-Lo pillas. Este hijoputa lo pilla.

Pero yo no estoy luchando por Estados Unidos. Estoy luchando por Lucky y por Hao y por gente como tu cocinera y tu ama de llaves. Estoy luchando por la libertad de individuos de carne y hueso que viven aquí en Vietnam. Y eso me rompe el corazón, Skip.
-¿Cree usted que realmente vamos a perder?¿Es eso lo que piensa, en resumidas cuentas?
-¿En resumidas cuentas? -A su tío pareció sorprenderle la expresión-.En resumidas cuentas creo..que nos perdonarán. Creo que pasaremos una temporada larga dando tumbas en la oscuridad y parte de lo que hayamos hecho aquí nunca se arreglará, pero se nos perdonará. ¿Y tú qué? ¿Tú qué crees, Skip?.

Y al final siempre queda una puerta abierta, para la enmienda, para la esperanza, para la salvación. Por eso el libro finaliza con esta frase:

Todos serán salvados.

Amen, pues

Resumen de lecturas 2014: Olimpo literario

De esta, no me LIBRO

De esta, no me LIBRO

Ha sido este año que se acaba otro año más fértil en lecturas (89), unas lecturas más vibrantes y provechosas que otras. La mayoría de los libros que he leído se han publicado este año, pero también he leído libros que anhelaba leer hacía ya un tiempo como El desierto de los tártaros, Romanticismo, Incendios, Pequeño Teatro, Stoner, El ruletista, etcétera.

Miles de libros se publican cada año y entre ese maremágnum de títulos publicados y publicitados a bombo y platillo por las grandes editoriales como Random House o Planeta, existen otras editoriales pequeñas que hacen cosas estupendas como Ardicia, Carpe Noctem, Impedimenta, Periférica, KRK ediciones, Minúscula, Errata Naturae, Páginas de Espuma, La Uña Rota, Candaya, Sexto Piso, Los libros del Lince, Cabaret Voltaire, Acantilado, Caballo de Troya, Lengua de Trapo, Trifolium, entre otras muchas.

He intentado leer libros de todas las editoriales que he podido, y el año venidero tengo la misma intención: ir a la búsqueda de títulos interesantes de estas editoriales no tan populares y hablar(os) de los mismos en este rincón virtual.

La relación de lecturas del 2014 clasificadas por el nombre y apellidos del/la autor/a es la siguiente:

1-Abelardo Castillo, El que tiene sed, Carpe noctem (2013)
2-Alberto Olmos, Alabanza, Mondadori (2014)
3- Alberto Olmos, Pose, La uÑa RoTa (2012)
4-Alexandr Herzen, Doctor Krupov, Ardicia (2014)
5-Alfonso Mateo Sagasta, El reino de los hombres sin amor, Grijalbo (2014)
6-Alvaro do Carvalhal, Los caníbales, Ardicia (2014)
7-Alvaro Enrigue, La muerte de un instalador, Mondadori (2008)
8-Ana María Matute, Pequeño teatro, El Mundo (1954)
9-Anatole Broyard, Ebrio de enfermedad, La uÑa RoTa (2013)
10-Ann Cameron, El lugar más bonito del mundo, Alfaguara (2002)
11-Anne Serre, Ponte mesita, Anagrama (2014)
12-Antonio López Vega, 1914: el año que cambió la historia, Taurus (2014)
13-Antonio Muñoz Molina, Todo lo que era solido, Seix Barral (2013)
14-Antonio Orejudo, Fabulosas narraciones por historias, Círculo de lectores (1996)
15-Antonio Patricio, Vigilia inquieta, Ardicia (2014)
16-Béla Hamvas, La filosofía del vino, Acantilado (2014)
17-Dacia Maraini, Bagheria, Minúscula (2013)
18-Dino Buzzati, El desierto de los tártaros, Gadir (2005)
19-Edward Bulwyer-Lytton, La casa y el cerebro, Impedimenta (2013)
20-Eloy Tizón, Velocidad de los jardines, Anagrama (1992)
21-Elvira Mancuso, La maestra Annuzza, Periférica (2014)
22-Emmanuel Carrere, Limonov, Anagrama (2013)
23-Enrique Gallud Jardiel, Historia estúpida de la literatura, Espuela de Plata (2014)
24-Enrique Gallud Jardiel, Jardiel -La Risa inteligente, Doce Robles (2014)
25-Enrique Serna, La ternura caníbal, Páginas de Espuma (2013)
26-Enrique Vila matas, Perder teorías, Seix Barral (2010)
27-Esther García Llovet, Mamut, Malpaso (2014)
28-Fernando Clemot, Estancos del Chiado, Paralelo sur (2008)
29-Franz Kain, El camino al largo desierto, Periférica (2013)
30-Gonzalo hidalgo bayal, Conversación, Tusquets (2011)
31-Guadalupe Nettel, El huésped, Anagrama (2006)
32-Guadalupe Nettel, El matrimonio de los peces rojos, Páginas de espuma (2013)
33-Guy de Maupassant, Los domingos de un burgués en París, Periférica (2014)
34-Isaac rosa, La habitación oscura, Seix Barral (2013)
35-J.S. De montfort, Fin de fiestas, Suburbano (2014)
36-Jacques Chauvire, Elisa, Errata Naturae (2014)
37-Javier Cercas El impostor Mondadori (2014)
38-Javier Gomá Lanzón, Aquiles en el gineceo, Taurus (2014)
39-Javier Gomá Lanzón, Ejemplaridad publica, Taurus (2014)
40-Javier Gomá Lanzón, Ingenuidad aprendida, Galaxia Gutenberg (2011)
41-Javier Gomá Lanzón, Razón: portería, Galaxia Gutenberg (2014)
42-Jean Echenoz, 14, Anagrama (2013)
43-Jean Echenoz, Ravel, Anagrama (2010)
44-Jenn Díaz , Es un decir, Lumen (2014)
45-Jerome Ferrari, El sermón sobre la caída de roma, Mondadori (2013)
46-Joaquín Berges, La línea invisible del horizonte, Tusquets (2014)
47-John Williams, Butcher Crossing, Lumen (2013)
48-John Williams, Stoner, Baile del Sol (2010)
49-José Antonio Garriga vela, El cuarto de las estrellas, Siruela (2014)
50-José González, La visita, Caballo de Troya (2013)
51-José María Pérez Álvarez Examen final Editorial Trifolium (2014)
52-Juan Aparicio Belmonte, Un amigo en la ciudad, Siruela (2013)
53-Juan Eduardo Zuñiga, Brillan monedas oxidadas, Galaxia Gutenberg (2010)
54-Julio Llamazares, El cielo de Madrid, Alfaguara (2005)
55-Leonardo Padura, Pasado perfecto, Tusquets (2010)
56-Lorenzo silva, La sustancia interior, Destino (1996)
57-Lucía Puenzo, Wakolda, Duomo (2013)
58-Luis García Jambrina, En tierra de lobos, Ediciones B (2013)
59-Luis Landero, El balcón de la memoria, Tusquets (2014)
60-Manuel Longares, Romanticismo, Cátedra (2001)
61-Margaret Mazzantini, Mar de mañana, Alfaguara (2013)
62-Mark Adams, Dirección Machu Pichu, Xplora (2013)
63-Miguel Alcázar, Bulevar 20, Varasek (2014)
64-Miguel Serrano Larranz, Autopsia, Candaya (2013)
65-Mircea Cartarescu, El ruletista, Impedimenta (2010)
66-Nigel Warburton, Una pequeña historia de la filosofía, Galaxia Gutenberg (2013)
67-Nuccio Ordine, La utilidad de lo inútil, Acantilado (2013)
68-Pablo D´ors, Andanzas del impresor Zollinger, Anagrama (2003)
69-Pablo D´ors, El amigo del desierto, Anagrama (2010)
70-Patrick Modiano, Un circo pasa, Cabaret Voltaire (2013)
71-Piedad Bonnet, Lo que no tiene nombre, Alfaguara (2013)
72-Raúl Guerra Garrido, Dulce objeto de amor, Reino de Cordelia (2014)
73-Ricardo Menéndez Salmón, Niños en el tiempo, Seix Barral (2014)
74-Robert Walser, Jakob von Gunten, De bolsillo (2014)
75-Roberto Arlt, La pista de los dientes de oro, Carpe noctem (2014)
76-Rodrigo Lacerda, Otra vida, Libros de pizarra (2014)
77-Scipio Slataper, Mi Carso, Ardicia (2013)
78-Sergio del molino, La hora violeta, Mondadori (2013)
79-Teju Cole, Ciudad abierta, Acantilado (2012)
80-Thomas Wolfe, Especulación, Periférica (2013)
81-Valeria Luiselli, Papeles falsos, Sexto Piso (2010)
82-Wajdi Mouawad, Ánima, Destino (2014)
83-Wajdi Mouawad, Incendios, KrK ediciones (2011)
84-William Gaddis, Gótico carpintero, Sexto Piso (2012)
85-Willy Uribe, El último viaje del Omphalos, Los libros del lince (2013)
86- J.A. González Sainz El viento en las hojas Anagrama (2014)
87- Menchu Gutiérrez, La niebla, tres veces, Siruela (2011)
88- Agustín Fernández Mallo, Limbo, Alfaguara (2014)
89- Valeria Luiselli, La historia de mis dientes, Sexto Piso (2014)

Los libros que más he disfrutado leyendo durante el 2014 y que pasan a ocupar mi particular Olimpo literario son estos:

Aquiles en el Gineceo (Javier Gomá Lanzón)
Conversación (Gonzalo Hidalgo Bayal)
Ejemplaridad Pública (Javier Gomá Lanzón)
Examen final (José María Pérez Álvarez)
Fabulosas narraciones por historias (Antonio Orejudo)
Gótico carpintero (William Gaddis)
Historia estúpida de la literatura (Enrique Gallud Jardiel)
Jardiel, la risa inteligente (Enrique Gallud Jardiel)
Incendios (Wajdi Mouawad)
La ternura caníbal (Enrique Serna)
Los domingos de un burgués en París (Guy de Maupassant)
Limonov (Emanuele Carrere)
Mi carso (Scipio Slataper)
Niños en el tiempo (Ricardo Menéndez Salmón)
Pasado perfecto (Leonardo Padura)
Pequeño Teatro (Ana María Matute)
Razón: portería (Javier Gomá Lanzón)
Romanticismo (Manuel Longares)
Stoner (John Williams)

Decir también que si me estuvieran apuntando con un Kinder Bueno a la cabeza y tuviera que decidirme por tres libros, serían Las fabulosas narraciones por historias, Stoner y Romanticismo. Y si sólo fuera uno, me llevaría el libro de Orejudo.

Es curioso que ninguno de esos tres libros que comento se haya publicado el presente año, así quien esté ávido de novedades o libros presentistas aquí no encontrará gran cosa, salvo los libros de Gallud Jardiel y Ricardo Menéndez Salmón que sí se han publicado en 2014.

Me resulta curioso también que mis tres mejores libros me los compré hacía ya un tiempo. El de Orejudo en una feria del libro en Logroño hace más de tres años, el de Stoner en la Central en Madrid en diciembre del año pasado y el de Longares lo compré hace cosa de dos años. Los tres libros estaban ahí expectantes esperando su momento de gloria y lo mejor de todo es que tuvo que ser a través de una recomendación que me hizo otra amiga lectora, quien tras leerse Las Fabulosas narraciones por historias y Stoner, me ánimo a leer ambos dos. Y acertó de pleno. De no haberla hecho caso ahoría estaría hablando de Examen Final, Incendios, Conversación o Aquiles en el Gineceo, que van detrás en la lista.

A los amantes de las intrigas y las conspiraciones decirles que El pequeño Nicolás me ha informado (de espaldas al CNI, of course) de que Los Reyes Magos me van a traer de Oriente Las Mil y una Noches y El estuche con la Historia de mi vida I y II y Los últimos años de Casanova, ambos libros de Atalanta. Un montante de más de 7.000 páginas por delante. Un mundo por descubrir. Tanto placer quizás me mate.

Como Gabo, espero vivir para contarlo, para seguir leyendo. El año próximo nos dedicaremos a conocer la obra de Pablo Andrés Escapa, Danilo Kis, Casanova, Rafael Argullol, Balzac, Stendhal, Jordi Steva, Bruce Chatwin, entre otros.

Abandono sólo uno. La parte inventada de Rodrigo Fresán.

Feliz navidad y prósperas lecturas.
Nos vemos en las librerías.