Archivo de la categoría: 2023

IMG_20230729_181554

Cardumen (Rexina Vega)

Cardumen
Rexina Vega
Editorial Cuatro Lunas
2023
196 páginas

Cardumen de Rexina Vega, fue publicada en gallego en 2007, y obtuvo el Premio Xerais. En 2023, Cardumen es publicada en castellano por la Editorial Cuatro Lunas, con traducción de Rexina.

Cardumen nos sitúa en Vigo, ciudad de la que marcharán muchos a labrarse un porvenir en América, en la segunda y tercera década del siglo pasado, creándose una situación de desarraigo en los exiliados, que como Fasito (escritor de crónicas teatrales que copia y pega de otras estrenadas en los madriles), embarcado en abril del 36, no encontrará tan fácil acomodo en Nueva York.
Antes de escapar Fasito lo intentará como empresario, como productor de pollitos que le salen rana, al no afinar con la temperatura precisa para no socarrar a los pollitos en ciernes, en el manejo de la máquina Yonar y la menguante electricidad.

Fasito escapará, pero otros como el escritor Urbano serán encarcelados poco después del alzamiento. El delito de Urbano, como el de tantos otros obreros, operarios, jornaleros, labriegos, profesores y hombres honrados fue estar en el momento equivocado de la historia, cuando los falangistas extienden su mensaje de violencia y odio, despojando a sus víctimas de cualquier dignidad y humanidad, para reventarlos como gusanos, pisotearlos como ratas, ultimarlos como reses, disparando Dámaso en la cuneta sobre aquel animalario desecho. Así vemos cómo el galán Dámaso encuentra en el falangismo su válvula de escape (como le sucede también a Alvarito en la novela Santander, 1936, de Álvaro Pombo). La yesca que provoca el incendio es la muerte de Eudosio Riveiro, cuando reciban la visita de los falangistas mientras están ensayado una obra teatral y Eudosio interponga su cuerpo al de Urbano, que conoce un secreto de Dámaso que debe permanecer en la sombra, porque la represión no solo es hacia fuera sino también hacia uno mismo.

Los hallazgos de la narradora en sus pesquisas, aventadas no obstante por el soplo de la imaginación, sitúan en escena a la hermana de Fasito, a la bisabuela Isolina, viuda joven, velando ya siempre la ausencia del difunto marido Carlos. Y a su abuelo, un peón al servicio del ejercito vencedor, que verá violentada su naturaleza por las cosas que ha de hacer, y que tiene en sus manos el destino de Isolina, de sus hijas, de Fasito, pues de la misma manera que otros deciden embarcarse y vivir una aventura, otros, cuando en 1943 ya hay unos billetes de barco en un sobre y un destino distinto al otro lado del océano, se quedan entre el hedor de pescantinas y aldeanos desarraigados.

El conjunto de fragmentos que reúne Rexina Vega (Vigo, 1966) aporta una imagen muy vívida del Vigo de aquellos años industriales e industriosos, con la llegada del tranvía en 1917, el menudeo de las salas de fiestas, su apariencia de ciudad colonial en construcción, y cómo la llegada de la guerra en el 36, tras el espejismo de la Segunda república, echaría por tierra tantas vidas, desalentó tantas aspiraciones, promovió tantas injusticias, desinfló tantos sueños y centrifugó a tantos del país, para situarlos al otro lado del océano.

Es el Cardumen que da título a la novela, aquel grupo de vidas minúsculas que formando parte de un todo Rexina quiere particularizar, rescatar del olvido y animar. Y vaya si lo consigue.

IMG_20230726_205912

Hijos de Ápate (Alicja Gescinska)

Alicja Gescinska, Hijos de Ápate. Breve filosofía de la verdad, la posverdad y la mentira.

Ápate fue uno de los espíritus que salió de la caja de Pandora, pródiga en embustes. Las posverdad es un término cada vez más empleado. Como apunta Alicja no es casual que, en 2016, los diccionarios Oxford eligieran ese neologismo como palabra del año.

Término que guarda mucha relación con el relativismo cultural y filosófico del posmodernismo, que según la autora no ha traído nada bueno en ese aspecto como indicaron pensadores como Leszek Kolakowski o George Steiner.

Es evidente lo que enuncia Alicja en cuento a la difusa línea que separa conocimiento e ignorancia.

Vivimos en una era en que el conocimiento especializado ya no cuenta con el respeto del ciudadano medio. El desprecio generalizado a la autoridad ha dado también como fruto un desprecio a la figura del experto en cualquier materia, con todo lo que ello implica para el debate político y social. Si la opinión de un experto cuenta con la misma credibilidad y recibe la misma difusión que la opinión de un profano o un famoso, cada vez es más difícil distinguir entre hechos fehacientes y fantasías sin fundamento, y cada vez es más difusa la línea que separa el conocimiento de la ignorancia”

Para la autora la definición de la mentira cuenta con cinco componentes: la mentira se caracteriza por (1) la intención de engañar y manipular por medio de (2) una afirmación (3) de cuya falsedad está convencido el transmisor del mensaje; el engaño puede ir dirigido (4) a otros o a uno mismo y (5) desde un punto de vista ético, la afirmación utilizada puede ser inmoral, neutral o moral.

Y qué podemos oponer a las mentiras, a la falta de verdad. ¿La sinceridad?

Para la autora la sinceridad es esencial para el correcto funcionamiento de una sociedad. Además, la idea de que la autenticidad es un valor moral importante resuena también en una conocida frase de Sócrates según la cual una vida sin autorreflexión crítica no merece la pena ser vivida.

Parece cada día más complicado hacer valer esta sentencia.

La verdad está vinculada con la veracidad, y una vida veraz implica voluntad de transmitir la verdad.

Alicja reflexiona acerca de la democracia tal y como la entendemos, del desapego creciente hacia ella por parte de muchos ciudadanos.

Una democracia solo funciona si los ciudadanos creen en su funcionamiento.

Si los ciudadanos no creen que tienen voz, que los representantes públicos los representan de verdad, que los mecanismos de control del poder funcionan y que los medios de comunicación son dignos de confianza, la democracia deja de ser democrática.

¿Cómo afectan entonces las mentiras a nuestra convivencia?

Para Alicja, cuantas más mentiras circulen en nuestra sociedad, menos armoniosa será la convivencia.

Y recoge un caso curioso el de Michael Ignatieff, reconocido novelista, filósofo, catedrático. Cuando dio el salto a la arena política como político, la confianza en su autenticidad y sinceridad se evaporó al instante.

Afirma Alicja que la postura del público frente a los políticos se caracteriza más por el recelo que por la confianza.

Las campañas políticas hoy se nublan con falacias y mentiras muchas interesadas. Habida cuenta con la impunidad con la que dichas mentiras se vierten, conviene reparar en esto que apunta Alicja.

No debemos ver la mentira y la desinformación como elementos más de las relaciones sociales y el juego político, sino como la cizaña que contamina el diálogo y el debate.

Hemos por tanto de pararnos a pensar, qué hacemos y por qué lo hacemos así.

Tenemos que despertar a nuestro Sócrates interno y abrazar la autorreflexión crítica como objetivo de nuestra vida.

Una respuesta válida sería que aprendiésemos a dudar, al igual que nos instaba Joan-Carles Mèlich en su ensayo La sabiduría de lo incierto.

Hagamos caso a Alicja.

Si antes de salir al ágora nos atrevemos a dudar más de nosotros mismos y practicar más la introspección crítica, el debate no estará tan polarizado, pues habrá menos probabilidades de que nos enroquemos en nuestra propia razón.

Traducción de Gonzalo Fernández Gómez.

9788418621871

Hypericon (Manuele Fior)

En 2022 se cumplió el centenario del descubrimiento de la tumba del faraón Tutankamón.
La joven Teresa obtiene una beca para acudir a Berlín a preparar una exposición sobre dicho descubrimiento, a mediados de los noventa.

Si la estancia en Berlín le proporciona la deseada independencia, tanto como la posibilidad de visitar una ciudad para ella desconocida, su vida se trastoca cuando conoce a Rubén, un joven italiano que exprime las ubres de la vida amamantado por la manutención mensual que le pasan sus padres, la cual le posibilita llevar una vida bohemia, habitando inmuebles okupados, caminando por el lado más salvaje de la vida, frecuentando locales donde menudea al desenfreno alcohólico y sexual.

Surge entre Teresa y Rubén el amor, y algunas viñetas presentan sexo explícito.
El caso es que entre ellos se crea un lazo difícil de romper, más allá de sus respectivas inseguridades, dudas y deseos.

Hypericon

El descubrimiento de la tumba de Tutankamón, uno de los dos hilos narrativos del cómic, fue todo un hallazgo, al descubrirse completa junto a todos los tesoros. El artífice fue Howard Carter, del cual leeremos algún fragmento de sus diarios.

Hypericon

El título, Hypericon, hace mención a la flor que formando una corona encontraron en la máscara funeraria de Tutankamón. Un amuleto que servía para espantar los demonios y que hoy se sigue comercializando por sus beneficios para la salud.

Fior alterna los colores cálidos, ocres, en la historia que sucede en Egipto, con otros colores más fríos en la historia que transcurre en Berlín. Incide asimismo en retratar al detalle los rostros de los protagonistas. Las viñetas explicitan bien la intimidad de la pareja, sus emociones y temores. Fior ofrece variedad en sus dibujos y dinamismo en la narración.

Traducción de Regina López Muñoz.

Bueno.

Reseña de Últimas noticias de la humanidad en Saltus Altus

El escritor, investigador y crítico literario Manuel Fernández Labrada reseña en su indispensable blog literario Saltus Altus Últimas noticias de la humanidad.

Gracias por una reseña tan extensa, prolija, y generosa. Que un manuscrito se convierta en libro ya es un milagro. Que el libro una vez editado encuentre al lector y sea así leído ya es el sumun.

La reseña dice así:

Últimas noticias de la humanidad Ya se sabe que las noticias son casi siempre malas. Basta con echar un vistazo a los titulares de los periódicos o encender la televisión para comprobarlo. Y las que corresponden a la humanidad y sus amenazados valores sospechamos que serán tal vez peores. Si no hubiéramos leído antes Muerto de risa o Die Zweisamkeit, abriríamos este nuevo libro de Francisco Hermoso de Mendoza, Últimas noticias de la humanidad (Ápeiron, 2023), con el ánimo algo encogido. O como mínimo, en alerta. ¿No nos hacen sufrir ya bastante los locutores de los telediarios? Pero sabiendo cómo se las gasta el autor intuimos que las cosas no llegarán nunca a ponerse demasiado feas, o al menos vendrán acompañadas por ese sano humor que todo lo suaviza y nos ayuda a tragar de buena gana hasta las píldoras más amargas. Que de eso se trata en literatura. A diferencia de los anteriores trabajos del logroñés, Últimas noticias de la humanidad nos ofrece un conjunto de quince relatos, un amplio abanico de propuestas narrativas fraguadas en formas y registros muy diversos. El libro alcanza una unidad que es suma y equilibrio de fuerzas contrapuestas: lo cómico y lo serio, lo coloquial y lo experimental, lo breve y lo extenso, lo simple y lo complejo: testimonio de la amplia variedad de intereses que preocupan a Hermoso de Mendoza. Su proyectada síntesis de humor, sentimiento y reflexión ha sido felizmente alcanzada.

Basta con leer el breve relato que abre el libro para comprobar el saludable estado de la humanidad y sus valores; o cuando menos, en algunos dominios. Elaborado a partir de los recuerdos de un niño, Ausencias narra con brevedad una emotiva escena familiar de duelo, sencilla y bella a la par. Menos halagüeño, en la falta de humanidad que su condensada trama evidencia, se nos manifiesta el segundo de los relatos, Muerte en reversa: una minificción de corte experimental donde el drama de la inmigración ilegal puede leerse también ―como la melodía de un canon retrógrado― principiando por su final, tal como si el trágico fin del emigrante protagonista estuviera ya prefigurado desde su nacimiento. «En mi comienzo está mi final», que diría T. S. Eliot. Últimas noticias de la humanidad, el relato que da título al libro, es una breve pintura de una sociedad futura volcada hacia el consumismo extremo (conshumanía), feliz muestra de cómo Hermoso de Mendoza sabe mezclar lo serio y lo cómico. Aunque el progreso ha avanzado en casi todos los frentes ―menos en la abolición de las clases sociales y sus desigualdades―, la única nota reivindicativa parecen darla… ¡los calvos!: pacientes sufridores de una carencia pilosa que hasta la fecha la ciencia no se ha sabido o no ha querido resolver. Quizás en los marginados pocopelo aliente la última esperanza de la humanidad, la única fuerza reivindicativa aún no anestesiada por el consumismo más autocomplaciente. Con esta especie de anticlímax, tan propia del autor (¡no nos vayamos a poner demasiado estupendos!), se conjuga la gravedad de una pintura distópica, casi apocalíptica, con la broma un tanto surrealista de los calvorotas. Plenamente inmerso ya en el humor y la ironía descubrimos En las antípodas, un divertido relato ambientado en un rincón perdido de esa España vaciada de la que tanto se habla (y por la que tan poco se hace). La llegada de un vendedor de telefonía móvil, que parlotea por su terminal en las desamuebladas calles de la aldea, produce un impacto comparable al que provocaría el desembarco de un extraterrestre en plena Gran Vía. Aquí la ficción queda reducida a esa santa inocencia digital de los lugareños (¡que Dios se la conserve muchos años!).

Como cabía esperar, podemos distinguir en Últimas noticias de la humanidad un grupo de relatos que tienen como asunto principal la propia literatura, habitual seña de identidad en la narrativa de Hermoso de Mendoza. Como sucedía con la famosa partitura de John Cage (4’33»), donde lo importante eran los comentarios del público escandalizado (y no los cuatro minutos y pico de silencios al piano), la obscena exhibición de un libro en un parque público (Diario de una lectura) provoca una lectura salpicada de comentarios: una performance en la que una novela de Alberto Olmos semeja una partitura de música aleatoria cuya simple exposición genera un segundo texto: el propio relato. Si leer un libro en la calle es ya una provocación mayúscula (casi tanto como sacar el paraguas en día soleado), exteriorizar mediante la risa que te lo estás pasando bien es mucho más grave. ¡Como si la lectura no fuera un castigo superado de la escuela que es preciso olvidar! La broma infinita es una reflexión fabulada sobre la tradicional disyuntiva entre imitación y originalidad; sobre el juego de lo verdadero y lo falso como valores artísticos polivalentes. También de la credulidad y pereza de los lectores, capaces de tomarse como cierto un desaforado ejercicio experimental consistente en presentar lo propio como ajeno, lo original como plagiado. Ya no se trata solo de que los lectores sean hipócritas, como aventuraba Baudelaire, sino que también son… ¡Es que se lo creen todo! La sublimación del amor sólido es una parodia del reencuentro de Odiseo con Penélope: una situación que, desde nuestra desencantada perspectiva moderna, parece pedir a gritos la burla desmitificadora. Vestida con ropajes inadecuados y acosada por las redes sociales y el Photoshop, la madera de héroe se disgrega con la rapidez de un plástico compostable de última generación. El que Argos no reconociera a su dueño, siquiera por el olfato, daba ya muy mala espina de su condición heroica. Incluso en un relato de aparente corte erótico, como es ¿Un gran malentendido?, el componente metaliterario se muestra decisivo en la resolución del enigma que se plantea al lector. Uno de esos acertijos binarios, en apariencia sencillos, pero imposibles de resolver. Comparable al que se presentaba en el célebre relato de Stockton, ¿La dama o el tigre? Por muchas vueltas que le demos no saldremos de dudas. ¿El protagonista es un asesino en potencia o un bromista que se pasa de listo? La clave parece estar en la combinación de una sonata de Beethoven con un personaje de Tolstói. El peligro, en pasarse de listo. Así le ocurre a la protagonista. A veces es mejor saber menos.

También es discernible, en Últimas noticias de la humanidad, un conjunto de relatos donde las rutinas del hogar se subliman con el concurso de la imaginación, de tal manera que se produce una tensión entre vida y ficción, entre lo cotidiano y lo imaginario. La vida familiar, con su plétora de sucesos variopintos, puede convertirse en un inesperado acelerador de partículas imaginativas que nutren al narrador. Es el caso de la fantasía ecuestre que entretiene a un padre que oficia de caballito para su hijo, mientras la sombra del futuro móvil que el niño le exigirá en breve proyecta en su caletre una sombra de sospecha (¿o de esperanza?) sobre el futuro de la relación familiar (Esta tierra es tu tierra). O las fantasías sexuales de un marido en el restaurante, al que los sucesivos platos de un suculento menú le hacen perder el norte y montarse una película erótica de intercambio de parejas difícilmente realizable (La ocasión). Hasta en el torpe y cómico batacazo de un padre de familia (mientras no se demuestre lo contrario, caerse siempre es un acreditado motivo de risa), armado con la zapatilla sancionadora, podemos ver una especie de sublimación ―modo pictórico― de una entrañable escena familiar de otros tiempos, cuando a los niños se les pegaba «por su propio bien» (Saturno devorado por sus hijos). Una caída muy oportuna que no solo libra a los niños de un castigo humillante, sino también al autor de incurrir en la incorrección política. Reconozcámosle al progenitor, sin embargo, el mérito de no haberse acogido al tradicional resabio machista según el cual los padres atizaban con la correa y las madres con la zapatilla (creo que fue Afrodita la primera que se quitó la sandalia para sacudirle al indócil de Eros). Leyendo esta divertida minificción, algún lector quizás recuerde ese curioso cuento de Saramago en el que un anciano se caía, como a cámara lenta, de su silla. Prodigios de la imaginación. ¡O fabular o morir!

Jalonando a intervalos regulares los otros relatos que integran el volumen, Hermoso de Mendoza sitúa tres textos notablemente más extensos y de mayor densidad. Son algo así como los contrafuertes que sustentan el libro, contrapesando quizás la brevedad de las otras ficciones. Los tres tienen en común el de poner en escena diferentes figuras de huida ante una realidad que no se desea o no se puede enfrentar: el prófugo, el suicida y el mendigo voluntario. El primero de ellos, El espumillón de los días, tiene las apariencias de un relato de intriga, aunque trufado de ironía y de esas referencias literarias tan apreciadas por su autor. Es la historia de una huida protagonizada por un personaje que se autodefine como «figurante» que siempre «va de relleno y sin frase». ¡Vamos, un perdedor! Su aparente mala conciencia se nos revela como la consecuencia de un carácter indeciso y pusilánime. El relato, que tiene como uno de sus principales valores el de mantenernos prendidos de una deriva argumental imprevisible, puede entenderse también como una advertencia ética: no enfrentarnos a la realidad nos convertirá en exilados permanentes. En un registro muy distinto, La pasión de Marta nos brinda una verdadera sinfonía de sentimientos. En ningún otro texto manifiesta Hermoso de Mendoza un mayor empeño por bucear en la compleja humanidad de sus personajes: un elaborado alarde introspectivo, proyectado hacia el pasado, que pretende arrojar luz sobre un drama del presente. Cierra el volumen +Low, el relato tal vez más original y ambicioso del libro. Partícipe del medio familiar evocado en anteriores historias, narra la peripecia de una adolescente emancipada, Heloísa, que cumplidos los dieciocho años se lanza a la calle para abrazar la profesión de indigente, dando así entrada en su relato a una curiosa galería de personajes, como Román o Macario, protagonistas de historias un tanto estrafalarias, ciertamente dramáticas, pero contadas con un punto de ironía. El cartón en se asienta esta joven aprendiza de Diógenes no tarda en convertirse en un mirador donde no solo observa, sino también lee, escucha o incluso escribe aforismos. El resultado es un variado y estimulante mosaico de textos que modulan las mil voces del desencanto y la pobreza. Y así hasta que aparece el relevo y toca «volver a la retaguardia». ¿Pero no será más bien a la vanguardia? Cuestión de opiniones. «El barco sobre la mar. Y el caballo en la montaña».

Reseña de Manuel Fernández Labrada

Esta reseña también puedes leerla en El cuaderno

«Había amanecido hacía un buen rato cuando, sin apenas advertirlo, una mancha en el horizonte se convirtió en una embarcación a la que subiría atontado y mosqueado minutos después, como si aquel desenlace no fuera el previsto, y el pasar de estar a la deriva a encontrarme a salvo llegara a contrariarme, ante la idea de ver empequeñecida mi posible gesta presente, jibarizada a una anécdota mínima futura.»

«Suena una canción moderna en el artilugio. Más que cantar parece que el cantante o la cantante, no es fácil saber el género, mordiese las palabras, las fuera masticando, al tiempo que se le fueran escurriendo algunas letras por la comisura de la boca. No tienen los allá presentes cuerpo ni edad para bailables.»