El sábado en Reinosa, en la campa de Los Obeso, junto a las barracas y al lado del cementerio, acudí por vez primera a un concierto del grupo de rock La Fuga. El grupo es natural de Reinosa, así que estaban en casa. Hubo comentarios para amigos del pueblo, dueños de locales que frecuentan la gente del grupo cuando acaban las giras y vuelven a casa. El cantante se acordó de los que llevan con ellos más de diez años, cuando tocaban en Reinosa para cuatro pelados. El sábado había unos cuantos miles viéndolos entusiasmados, orgullosos de que un grupo local tuviera proyección nacional y quien sabe si también internacional si cruzan el charco y se comen Latinoamérica a dentelladas.
El Rulo, el cantante, se acordó de los que para él son el alma de las fiestas de San Mateo: la gente que hace las carrozas. Hizo que la gente cantara «a la orilluca del Ebro…», y vibrar a los presentes con la canción «Primavera del 87«, donde los Reinosanos aún recuerdan cuando los GEOS intervinieron en el pueblo resultando muerta una persona, Gonzalo Ruiz.
Los temas de La Fuga fueron coreados por una muchedumbre entregada, que se sabía todos y cada uno de los temas. La puesta en escena fue soberbia. La iluminación estupenda y tanto las guitarras como la voz de El Rulo sonaban de maravilla en la campa.
Entre otros temas sonaron: Por verte sonreír, La balada del despertador, Baja por diversión, Pedazo de Morrón, Negociando gasolina, Idiota, P`aquí p´allá, Miguel, Buscando en la basura, Pierdo verticalidad, Heroína, Majareta, Amor de contenedor, Los de siempre, Vengo, Malos pensamientos, Jaleo (estas tres últimas canciones de su último disco Asuntos pendientes)….
En total fueron un buen número de temas los que tuvimos la suerte de escuchar. El concierto fue gratuito, lo que hizo que Reinosa recibiera autobuses procedentes de Bilbao o Madrid, entre otras ciudades, y que varios miles de personas se reunieran en esa ciudad de Campoó, para ver a uno de los grupos de Rock, que junto a Fito, Extremoduro y Marea son a día de hoy de los que más gente llevan a los conciertos y más discos venden. (Era curioso ver como en las barracas había unos señóres vendiendo cds piratas, entre ellos el Asuntos Pendientes, de La Fuga).
Comenzó el concierto antes de las once de la noche y acabó pasada la una de la madrugada. Más de dos horas y media por tanto de puro y duro rock and roll.
He de decir que me gustó mucho el concierto. Salté bastante, por otra parte algo necesario porque hacía un frío del Demonio, en Reinosa, y ya comenzaba a helar, pero luego en las peñas enseguida entrabas en calor y me gustó ver al Rulo sobre el escenario moviéndose e incitando a la gente a pasárselo bien, no como el Robe Iniesta que parece un Cristo crucificado en los conciertos. Por cierto, Extremoduro toca en Logroño el día 11 de octubre.