A pesar de que todavía no ha llovido como debiera, octubre ya presenta toda su paleta de colores en la naturaleza, en su combinación de verdes, amarillos, rojos, naranjas, ocres, etc.
Para los que vivimos en Logroño y queremos disfrutar de una excursión breve y fácil entre árboles, una formidable opción consiste en hacer una ruta circular alrededor del León dormido, monte que adquiere el nombre porque en la distancia asemeja la figura del rey de la selva, en reposo.
La ruta se inicia en La población. Pueblo navarro de la Merindad de Estella, situado a escasos 25 minutos de Logroño, al que se accede después de atravesar Oyón (localidad alavesa situada a cinco kilómetros de la capital riojana), Yécora y Meano.
Aparcamos el coche al lado de la iglesia. Al lado hay un bar que abre los viernes, sábados y domingos. Un lugar ideal para tomar un refrigerio después de finalizar la ruta, sobre todo los meses estivales.
Dejamos la iglesia a la derecha y luego seguimos el camino que gira hacia la derecha, en dirección al cementerio por una pista de cemento. La carretera queda a nuestra derecha. Más adelante hay una bifurcación y cogeremos el sendero de la izquierda. Luego llegaremos a un claro y a la izquierda tendremos las faldas del León dormido, cogeremos el camino de la derecha, que descendiendo nos adentra en el bosque de hayas.
La señalización consiste en unas flechas de color azul, que veremos pintadas en las cortezas de algunos árboles. La senda no tiene perdida, caminaremos un buen rato bajo la bóveda vegetal de hayas espigadas. Próximos a concluir la ruta tendremos otra bifurcación con tres flechas azules que nos indican el camino de la izquierda, que nos encarama al León dormido, y una flecha que nos indica ir hacia la derecha que es lo que haremos para 10 minutos después estar de vuelta en el pueblo. Antes de llegar al mismo tendremos una bajada desde la que disfrutaremos de una bonita vista de un paisaje que se pierde en el infinito, con poblaciones diseminadas.
La ruta son algo más de cinco kilómetros que se hacen en una hora a ritmo suave. Es una ruta ideal para hacerla con bebés en sus mochilas, con críos de corta edad, adolescentes que quieran desconectar y abrazar árboles y para adultos poco habituados al deporte. Vimos a dos personas que estaban haciendo la ruta en bicicleta de montaña.
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