Archivo de la categoría: La Rioja
Moncalvillo
A tiro de piedra de Logroño está Moncalvillo. Es la excursión perfecta para el que quiera hacer piernas con la bici.
Vi el vídeo de Perico Delgado acompañado por la ciclista riojana Sheyla Gutiérrez ascendiendo a Moncalvillo y me entró el gusanillo.
Con la eléctrica es un paseo, eso sí, las vistas no te las quita nadie.
Es un lugar elevado y el horizonte parece inagotable.
Me acompañaba un amigo que es dado a recoger toda la basura que ve en el monte. En la parrilla regresó con más de una docena de envases de plástico y latas. Es de 1º de Civismo que el monte se deja como uno lo encuentra y no se va a ensuciarlo.
Haciendo una U bastante pronunciada cerquita de las antenas están las neveras de Sojuela que vale la pena visitar.
Ruta por Clavijo y Trevijano
Ayer finalmente estuve en Trevijano. Lo veía siempre en lo alto, desde la carretera, cuando iba por el Camero Viejo en dirección a Soto de Cameros o hacia San Román. En bicicleta eléctrica el tramo entre Logroño y Lardero, pasando por Alberite, La Unión y Clavijo es un mero trámite, al ir por carretera.
Superado Clavijo, con unas cuantas rampas, la cosa se anima. La bajada por el barranco la rasilla exige ir atento al camino, poblado de piedras. Las indicaciones tampoco ayudan mucho. En un momento determinado veremos un cartel amarillo que señaliza los dólmenes. La señal parece orientar hacia el camino de la derecha, cuando lo que hay que hacer es tomar el camino frente a nosotros y ascender. Hay dos sendas, una estrechita y otro camino más amplio al que se accede a través de una valla o caminando sobre unos troncos.
El camino ahí resulta muy complicado, al estar cuajadito de piedras y es muy complicado coger ritmo y no trabarse. La empinada cuesta hace que si pones el pie en tierra luego resulte muy complicado volver a poner la bici en marcha, a tenor del desnivel y del peso de una eléctrica (más de veinte kilos).
Si la subida es complicada, la bajada no mejora, al ser el camino pródigo en piedras, situadas a modo de escalones. Realizada la bajada sin contratiempos, a mano izquierda, tenemos el Dolmen Collado del mayo. Ya en lo alto, apenas hay pendiente y hemos de dar un buen rodeo para abocar a Trevijano por el Barranco.
Antes de llegar oí una cencerrada (que me hizo pensar en la película La juventud) obra de unas vacas muy alegres. Veremos caballos y en el pueblo un burro pastando al lado del frontón. El regreso por carretera ofrece al dejar Trevijano, y a su paso por la ermita del Santo Cristo, unas bellas vistas, hasta empalmar con la carretera que nos conducirá hasta Ribafrecha, sin apenas dar una pedalada y regresar a Logroño, vía Alberite y por caminos.
Si la climatología acompaña, como ayer, la travesía de 57 kilómetros resulta muy placentera. Aporto algunas fotos que sin duda enriquecerán el texto.
Viniegra de Abajo y Canales de la Sierra
Viniegra de Abajo y Canales de la Sierra son dos pueblos riojanos de la comarca de las 7 villas (asimismo parte del Parque Natural del Alto Najerilla). Se llega a estas localidades siguiendo la carretera que nos lleva a Anguiano. Viniegra de Abajo, a 70 kilómetros de Logroño, es uno de los Pueblos más bonitos de España (desde 2019). Merecido galardón a tenor de la belleza del pueblo en su conjunto, con sus calles empedradas, las fuentes borboteantes, las majestuosas casas indianas (de los oriundos de Viniegra que se marcharon a hacer las américas, en Argentina, en Buenos Aires), el lavadero, las Escuelas de Venancio Moreno) y el entorno natural (a lo largo del río Urbión) en el que se ubica.
Para llegar a Canales pasaremos por el Embalse de Mansilla. Una vez en Canales es ineludible la visita a la Iglesia románica de San Cristóbal y al teatro barroco, en el caso de encontrarlo abierto. Edificio del siglo XVIII, restaurado en los años 90 del pasado siglo, que en agosto acoge el festival Canales Demanda Teatro y que nos recuerda a las corralas como las de Almagro. Merece la pena caminar luego contemplando las casas blasonadas, hasta la iglesia de Santa María y escuchar desde el puente el fragor del agua del río Najerilla.
Dentro de las jornadas de la Alubia de Anguiano, jornadas gastronómicas en el Alto Najerilla, tuvimos ocasión de comer en el Hostal la Villa. Unas alubias mantecosas acompañadas con los sacramentos y de segundo unas carrilleras espléndidas. Regado con un buen vino y una arroz con leche de postre. Muy buen menú por 19 euros, o 18 euros presentando la tarjeta La Rioja capital.