El Museo del Vino sito en la bonita localidad medieval de Briones, a una media hora en coche de Logroño, se inauguró en el año 2004. Nueve años después de su inauguración, finalmente he tenido el gusto de poder verlo. He ido y me ha encantado.
Siendo oriundo de La Rioja, debiera ser una cita obligada, visitar el Museo, no tanto por lo que el Museo tiene, que apabulla con la cantidad de objetos y enseres que se requieren para lograr que la uva de la cepa se transforme en ese vino tan delicioso que luego beberemos, sino porque realmente el vino es una cultura, y debe ser concebido y entendido como tal.
Beber nada tiene que ver con emborracharse, como comer no es dejarse llevar por la gula o comer de forma compulsiva.
El vino es cultura.
Basta visitar la sala que hay a la izquierda, donde tenemos un sinfín de libros que tienen que ver con el vino desde diferentes enfoques. Bernardo Sánchez relaciona cine y vino. Miguel Ángel Muro, hace lo propio con la literatura y el vino.
En uno de los vídeos en el interior del Museo, Santiago Vivanco, el alma mater de este proyecto, nos dice que con este Museo “Quiero devolver al vino lo que el vino me ha dado” .
El museo por dentro es espectacular. No falta de nada. Hay que verlo y disfrutarlo. Demorarse en cada sala, en cada objeto. Hay millares de objetos, de todo tipo: cuadros, anforas, botellas, sacacorchos, lagares, mosaicos, prensas, sulfatadores, corquetes….
El Museo está enclavado en un paraje excepcional. Las fotos y el vídeo creo que confirman esta afirmacion.
La entrada para adultos cuesta 8 euros. Los niños gratis. El Museo estaba plagado de extranjeros: franceses, ingleses, americanos y japoneses.
y si buscas en google Museo del Vino, el primer resultado que arroja el buscador, es el Museo del Vino de Briones. Y museos del vino en nuestro país hay unos cuantos.