Nos dicen que se avecinan varias películas americanas que tendrán como asunto el tema de Irak, digo tema de Irak y no invasión porque a pesar de lo que dicen en los medios, las películas que se avecinan no son tanto un alegato contra la invasión, sobre el error que ha supuesto llevarlo a cabo, sobre la imbecilidad de su presidente y su prepotencia invadiendo países y quitando y poniendo dictadores a su antojo, sino que se tocan temas puntuales, como el caso de unos soldados americanos que cometieron atrocidades en Irak, violando mujeres y niños. Así se pasa de lo general, la invasión de Irak, a lo particular, las fechorías de ciertos soldados, pero estas barbaridades se cometen en cualquier guerra y buscan más el morbo que la reflexión.
Espero que alguna de esas películas, Redacted de Brian Palma (León de Plata en la reciente Mostra de Venecia como mejor director) por ejemplo le cante las cuarenta a Bush o Un corazón invencible de Michael Winterbottom. Regreso al infierno,(donde interviene la actriz Jessica Biel) la vi y no es una crítica sino todo lo contrario. Los americanos son soldados bienintencionados y muy zoquetes que tratan de arreglar el mundo, solo que los iraquíes que son muy malos, sobre todo los niños que actúan como cebos, no los quieren, o mejor dicho los quieren ver muertos, fuera de su país.
Cuando Michael Moore dijo que la invasión era un error en la gala de los Oscar del año pasado, Adrien Brody, Martin Scorsesse y los allá presentes ponían un careto como diciendo «qué coño está diciendo este tío», como si la invasión fuera algo normal, lo que había que hacer en ese momento, en esa cruzada contra el eje del mal y los terroristas yihadistas. Una guerra que no había que cuestionar. Ahora con varios miles de soldados americanos muertos, los civiles que son cien veces más está claro que no cuentan en sus estadísticas, hablan de quitar efectivos progresivamente. Bush dijo hace poco que la decisión de invadir Irak le llevó muy poco tiempo madurarla. Ya sabemos que Bush es imbécil, y sino se lo digo yo. Un Presidente cateto, marrullero, en las antípodas de un ser pensante y erudito que se presume en un Presidente. La fama que se han ganado los Estados Unidos en el resto del mundo se la tienen bien ganada. Organizan la invasión de un país como el que hace una barbacoa. Han sembrado con la invasión de Irak mucho odio y miles de jóvenes que les da igual vivir que morir estarán dispuestos a irse al otro barrio con las manos llenas de sangre y trozos de carne ajena chorreando por su cuerpo. Más les valdría charlar más y tratar de comprender ciertas cosas, abogando por la tolerancia en lugar de hacer gala de la prepotencia y la invasión.
Cierto que Un corazón increible tiene muy buena pinta. El trailer es estupendo.