En la página 200, al 53,61930294906% de la novela y visto el cariz juguetón que adopta este diario, no olvidemos que Pablo es miembro del Oulipo, me planteo en el caso de que hubiera una relectura, comenzarla el 24 de junio y finalizarla el 30 de septiembre, y cada día leer solo lo registrado en el diario para ese día concreto y si el 27 de agosto, pongamos por caso, no hay ninguna entrada en el diario pues ese día no se lee nada. No sé qué efecto tendría leer así a cuentagotas, pero al igual que se experimenta a veces escribiendo, también se ha de experimentar leyendo, digo yo.
Diario de un viejo cabezota III
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