Ronja Von Rönne (Berlín, 1992) parece ser la gran esperanza blanca de las letras teutonas, mejor, germánicas. El caso es que comencé a leer su novela Ya vamos. Y fui viendo que no me gustaba y al llegar la página 23 y después de leer párrafos como el siguiente, lo abandoné.
Jonas dice que yo tendría que salir. Yo preferiría no salir. Yo preferiría estar acostada con Jonas. Yo preferiría que estuviéramos demasiado enamorados para pensar en cosas como salir, que es para gente que no está con Jonas. Afuera hay demasiada. Adentro también, pero es más abarcable con la mirada, y cuando también resulta demasiada, se puede poner una LAN inalámbrica. (página 23)
De Ronja dicen los del Der Spiegel “Ronja Von Rönne limpia el azul del cielo”. Yo ahora podría hacer como el protagonista de Solenoide (esa sí es una novela muy a tener en cuenta) y gritar !!!Socorro!!! un millar de veces. O más. Pero me voy a poner a leer Grita de Roberto Vivero que me saldrá más a cuenta.