Hace unos meses cuando en un periódico Danés aparecieron unas viñetas en las que se mofaban del profeta Mahoma con unas caricaturas, el mundo Islámico se sacudió, o lo que es lo mismo, no es que se pusieran a gritar como locos o a pegarse cabezos, no, quemaron consulados europeos, iglesias y armaron la de Dios (el mío) es Cristo, porque tenían sed de venganza, ante las injurias proferidas.
Más tarde El Papa, dijo unas palabras sobre el islam y la yihad (estas fueron: «La ‘yijad’ -guerra santa- del Islam está contra Dios (…), defender la fe con la violencia es una cosa irracional» que indignaron al mundo musulmán así que tuvo que rectificar el día despúes pidiendo perdón cada dos por tres, para acallar las voces islamistas que pedían justicia, venganza….
Poco después vino la autocensura esto es: antes de hacer nada pensemos si lo que vamos a hacer puede molestar, ofender o sentar mal a losislamistas, de ser así, no hacemos lo que teníamos previsto. Así las cosas, La Deutsche Oper de Berlín decidió suspender la representación de la ópera de Mozart `Idomeneo’ por recomendación de la Oficina Federal de Investigación Criminal, quien vio un peligro de despertar resquemores en el mundo islámico por el contenido de la obra.
Y ya la última de momento, también de autocensura pero desde el otro bando, porque seguro que esto no ha hecho más que comenzar. Este fin de semana las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoi van a desfilar por las calles de Nueva York y las autoridades estadounidenses han pedido que sólo vayan los cristianos, al entender que un desfile de moros podría ofender y herir a las víctimas del terrorismo internacional.
Si bien la autocensura, la del miedo a la ira islámica, ha llegado también a las fiestas de Moros y Cristianos. que se celebran en Alcoi, Alicante, España. En esstos desfiles tradicionales, que se celebran en casi 400 localidades españolas y evocan la reconquista cristiana, han decidido prescindir de aquellos actos o gestos que pudieran considerarse ofensivos para los creyentes de otra confesión que no sea la cristiana.
Ya puestos comentar que en mi pueblo, en la Calle Laurel en un bar ponen unos «pinchos Morunos«. ·Es de esperar que el día que algún islamista se queje en el periódico local, o diga estar indignado, (yo también estoy indignado por el precio de la vivienda, y los precios siguen subiendo) los susodichos pinchos pasarán a denominarse «pinchos de carne a la brasa y en brocheta….» o vaya usted a saber. Lo fundamental en todo caso es no ofender.
Y como despedida, no sé a que está esperando Benedicto XVI para quitarle al santo, Santiago alias Matamoros, tal denominación. Estamos jugando con fuego y nos vamos a quemar a lo bonzo.