El otro día una usuaria de GR decía esto: «Pero tengo comprobado que cuantas más personas intervienen en la producción de un libro, mejor queda este, pues cada profesional (editor, asesor literario, maquetador, corrector, diseñador) aporta su buen hacer. Esto no sucede cuando uno se autoedita, porque no se puede permitir invertir en el proceso de producción y lo hace todo él mismo, sin tener conocimientos previos».
Este libro que nos ocupa, ha sido autoeditado por Carmen Fernández, la autora del mismo. Se puede leer en este pdf.
Lo anterior viene al caso, porque si leemos el pdf, encontraremos un buen número de erratas, tales como palabras que primero se acentúan y luego no, términos italianos mal escritos, nombres italianos en los que van bailando las íes y las us, nombres de organismos públicos con faltas, o policías autonómicas donde sobran letras. El caso es que si no hay un corrector detrás y uno se lo tiene que hacer todo, pues los errores están ahí. En todo caso, ya lo he puesto en conocimiento de la autora, por si ésta deseara modificar el pdf y dejarlo más pulido y pulcro.
Tan importante es escribir, como reescribir; es necesario corregir los textos hasta dejarlos inmaculados.
Dicho esto, la novela, que puede ir dirigida presuntamente al público infantil, la veo más apta para el público adulto que creo que apreciará más el humor que se gasta Carmen. Sigue leyendo