Publicada en Francia en 2012 se traduce al castellano ahora, editada por Eterna Cadencia, la novela Viviane Élisabeth Fauville, novela de la francesa Julia Deck (París, 1974), con traducción de Magalí Sequera.
Es recomendable leer las 118 páginas de la novela de una sentada, porque así lo demanda ésta, dado que el principal punto fuerte de la narración es el factor sorpresa y el ambiente de misterio y suspense que la novela va creando, que exige no solo dejar en suspenso la incredulidad del lector con respecto a la realidad, sino también de lo que está leyendo, pues la narradora, Viviane Élisabeth Fauville -mujer aburguesada que rebasa por la mínima los cuarenta, con una hija de pocos meses, y un marido que la acaba de abandonar por otra mujer más joven- se confiesa asesina de su psicoanalista y lo interesante es ver la evolución de la narración hasta su sorprendente giro final.
La voz que narra pasa de la primera a la segunda y a la tercera persona e incluso se maneja un usted que pareciera como si alguien leyera lo que la narradora ha escrito, con esta delante y se lo estuviera refiriendo. Todo esto induce a la pretendida confusión, mezclando realidad e irrealidad, cordura y locura, sueño y vigilia, de tal manera que no sabemos si la narradora es una voz confiable o si nos la está metiendo doblada.
Salvando las distancias, la novela de Julia Deck me trae en mientes las novelas de Patrick Modiano y toda la cartografía parisina que éste despliega en su universo narrativo, pues aquí Viviane se la pasa caminando (no flaneando, porque aquí sí hay un objetivo claro que orienta los pasos) por las calles, plazas y bulevares de París, tratando de esclarecer los hechos por sí misma, en busca de otras personas afectadas en mayor o menor medida por la muerte del psicoanalista y arrostrándolas, encarándolas, librando incluso si es el caso un cuerpo a cuerpo.
Viviane Élisabeth Fauville, es una primera novela muy bien trabada, sinuosa, extraña, sugerente, que en su brevedad resulta precisa y contundente.
Eterna Cadencia. 2019. Traducción de Magalí Sequera. 118 páginas.